En esta semana, he experimentado un fenómeno que, aunque no es inusual, resalta la importancia crítica de enfrentar los desafíos empresariales de manera proactiva.
Recibí tres llamadas de CEOs en apuros, en situaciones desesperadas, lo que me ha recordado la frecuencia con la que los líderes se encuentran solos ante el peligro, como reza la película. En mi trayectoria profesional, he tenido la oportunidad de asesorar y acompañar a muchas personas con altas responsabilidades, fueran empresarios, directores generales o políticos en circunstancias similares.
A través de estas experiencias, he identificado patrones preocupantes en la forma en que muchos líderes y sus equipos se enfrentan a las dificultades.
Disfruto ayudándoles a crecer, en su negocio y como personas, pero es sorprendente la frecuencia con la que se enfrentan a respuestas pobres y poco efectivas de sus colaboradores en estos momentos críticos. Lamentablemente, es algo demasiado común.
Algunos optan por ignorar la situación y continuar con sus tareas diarias, limitándose a seguir estrictamente con lo que se supone que es la pura definición de su puesto de trabajo, otros desean ayudar, pero no saben cómo y, en la mayoría de los casos, los líderes luchan con la incapacidad de comunicar humildemente y mostrarse vulnerables frente a su equipo. Esta falta de comunicación y apoyo puede desencadenar una espiral de problemas, desde dificultades con proveedores hasta tensiones financieras y desafíos en la gestión de clientes.
El resultado es siempre el mismo: una persona atrapada en una situación límite, sin saber cómo salir de ella. Todo parece oscuro y sin salida.
Basado en estas experiencias, mi consejo es claro: es fundamental evitar llegar a ese umbral límite. Abordar los problemas de inmediato y buscar ayuda cuando sea necesario son acciones clave. El acompañamiento ejecutivo actúa como un espejo y un faro en esos momentos, proporcionando la orientación necesaria para enfrentar los desafíos de manera más efectiva.
Precisamente, esta es una de las respuestas que me doy a la misma pregunta, que me hago año tras año; 🤔 ¿debería seguir haciendo coaching a particulares además de realizar conferencias y acompañamiento ejecutivo a equipos y organizaciones?
Podríamos argumentar que acompañar a particulares no es la mejor estrategia de negocio, poco escalable y muy dependiente de uno mismo, pero el privilegio de desempeñar un papel en la vida de otras personas es tan gratificante que no puedo resistirme a recibir a un puñado de almas hermosas por año. 💫
Las razones son diversas:
✔️ Me da tiempo para reflexionar.
✔️ Amplía mis habilidades para hacer crecer a las personas.
✔️ Puedo mantener conversaciones profundas con líderes que inspiran.
✔️ Me permite seguir actualizado de las tendencias de mercado.
✔️ Poner en práctica mi kit de herramientas para el liderazgo y ver que funciona, es gratificante.
✔️ Es un honor ser una fuerza orientadora en la vida de alguien que, muchas veces, parece tenerlo todo.
✔️ Gratitud y buen rollo.
En cada sesión, me siento agradecido de poder entrar en sus vidas durante el rato agendado. Combinar mi trayectoria corporativa con mi experiencia como coach me permite ayudar a mis clientes a procesar su pasado y equiparlos con herramientas para el presente, cualesquiera que sean sus desafíos. 🌟
A través de un enfoque empático, a la vez que riguroso, el acompañamiento ejecutivo permite acortar la curva de aprendizaje, decidir antes o equivocarse menos. A menudo, encontrando soluciones más sencillas.
No esperes hasta el último momento, la tardanza en la toma de decisiones puede complicar aún más la situación.
Si te has sentido identificado o vives situaciones similares y necesitas a alguien con experiencia con quien puedas abordar obstáculos y avanzar, envíame un mensaje privado o un correo a hola@vitaespartners.com . No sé si podré ayudarte, pero podemos valorarlo juntos.
Recuerda, la clave está en afrontar los problemas a tiempo y buscar el apoyo necesario. Si tú te atreves a liderar, yo estoy comprometido a ser tu aliado en este viaje.
¡Por tus éxitos!
Josep Maria
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